martes, 22 de marzo de 2011

El tiempo.

Y te das cuenta de que eso que tanto temiste, eso que tanto miedo te dio, que tantas veces hizo aferrarte con todas tus fuerzas a las sábanas en un intento fallido por intentar que así nada cambie, es verdad. 
Y te das cuenta de que eso que tanta veces nubló tu mente, eso que tanto momentos te hizo desperdiciar, que tantas veces te hizo llorar, es verdad.
Es verdad, y con ello la pura realidad. El tiempo en su vaivén de segundos y minutos, nos lo quita todo, nos quita la niñez, la adolescencia, y la madurez, nos quita la alegría, la tristeza y el amor, y lo peor nos quita incluso la misma vida.
Pero no debemos olvidar que el mismo tiempo que todo nos lo quita, también nos lo da, nos da la niñez, la adolescencia y la madurez, nos da la alegría, la tristeza y el amor, y lo mejor nos da la vida misma, por eso aprovecha cada instante, porque aunque algún día por lejano o cercano que esté el tiempo nos lo arrebate todo, los momentos en los que nos lo da son especiales, únicos, irrepetibles.

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